Maria Dueñas

María Dueñas: «Me he forzado a crear un hombre que sea creíble» 3 julio

Ha publicado ‘La Templanza', su primera novela con protagonista masculino, un indiano que regresa a España para tratar de salvarse de la ruina y la deshonra.

María Dueñas ha vuelto a subirse a lo más alto de las listas de ventas. ‘La Templanza’ (Ed. Planeta)es su tercera novela y en ella hay un cambio de registro fundamental:su protagonista es un hombre, un antiguo minero que emigró a América, donde se hizo rico a base de audacia y que, golpeado luego por la mala fortuna, regresa a España a intentar la última jugada que le permita evitar la quiebra. «Era un reto que tenía ganas de afrontar, quería crear un personaje masculino que fuera creíble», asegura durante una entrevista a este periódico. El veredicto de los lectores no deja lugar a dudas de que lo ha conseguido.

Otra novela cuya acción transcurre, al menos en su primera mitad, en las antiguas colonias españolas. ¿Es su ambientación favorita?

No era mi intención inicial. Yo quería escribir una novela ambientada en Jerez en el siglo XIX, sobre los bodegueros y el comercio con el Reino Unido. Investigando para ello, supe que algunas bodegas fueron fundadas con dinero de los indianos que, tras la independencia de las colonias americanas, empezaban a regresar. A partir de ahí pensé que ese era un buen perfil para mi personaje: un indiano que vuelve de México, aunque sea al borde la ruina, y que antes de llegar a Jerez pasa por Cuba, que entonces era una tierra de oportunidades.

Después de dos novelas con mujeres asumiendo un absoluto protagonismo, aquí un hombre tiene ese papel.

He hecho ese cambio con muchas ganas porque quería afrontar ese desafío. En ‘Misión Olvido’ ya había dos coprotagonistas que eran personajes muy sólidos. Eso me dio confianza.

Suele decirse que los escritores tienen algunos problemas para entrar en el corazón de sus personajes femeninos. ¿Cómo se ha visto creando los sentimientos de un hombre?

Me he forzado a crear un hombre que sea creíble. Era mi prueba de fuego y he sentido un gran alivio cuando muchos lectores me han dicho que el personaje es auténtico, que todo es verosímil. La verdad es que he estado a gusto en los huesos de Mauro Larrea. No me lo ha puesto difícil.

¿Por qué?

Supongo que a mi edad vas conociendo a los hombres: de niña, he vivido con cuatro hermanos, y luego en casa tengo un marido y un hijo, además de muchos amigos entrañables. Pasa el tiempo y los voy conociendo...

¿Y el tiempo de la narración?¿Le gusta moverse en un mundo con códigos más rígidos y evidentes que los actuales?

También me sentí cómoda en ‘Misión Olvido’ con la parte ambientada en la actualidad, pero es cierto que volver al pasado lo pone más fácil porque las relaciones eran más rituales, estaba todo más compartimentado. Aunque luego puedes diseñar una trama en la que los personajes se salten las normas, por supuesto. Ahí está la gracia.

¿Le habría gustado vivir el mundo que mete en la novela:las fiestas, los mercados, el ambiente callejero?

Me habría encantado. Ya conocía los escenarios de la novela, pero cuando he vuelto por el casco antiguo de La Habana, o por el núcleo histórico de Ciudad de México, he conseguido abstraerme y sentirme allí en aquellos años.

¿Le ha costado mucho introducir en el texto términos propios de esos países y esa época?

No, porque esas palabras saltan en cuanto investigas un poco. El trabajo mayor ha sido dar con el equilibrio preciso para que esos términos iluminen el texto pero no lo saturen. El propio protagonista, un español afincado en México, a veces llama a las cosas con un localismo y otras con la palabra propia del español peninsular. Se trataba de no hacer pesado ese uso del lenguaje propio de América.

También hay en la novela un lenguaje más barroco que en las anteriores. ¿Lo exigía el tema y el ambiente o se ha atrevido a hacerlo al considerarse con un dominio superior de la técnica narrativa?

Lo hago en atención al momento narrativo. He buscado un cierto aroma decimonónico. Sin sobrecargarlo, pero dotando de una cadencia, un ritmo, una estética acordes a la época.

Usted tiene muchas lectoras y entre el sector femenino triunfa la literatura de fuerte carga erótica. ¿No se anima a incluir alguna escena así en sus novelas?

No siento la necesidad de crear escenas tan explícitas. No quiere decir que me cierre a la sensualidad, por supuesto, pero hasta ahora mis historias no han requerido nada así. Me encuentro cómoda escribiendo de esta forma, pero si mi próxima historia me lleva por ahí, lo haré. No tengo ningún tabú.

Después del éxito de la versión para la televisión de ‘El tiempo entre costuras’, ¿es posible escribir sin pensar en la posibilidad de una adaptación?

He intentado aislarme por completo de eso. Dieron la serie justo cuando estaba en la mitad de ‘La Templanza’ y creo que conseguí evitar ese efecto del que habla. De no haber sido así, no habría incluido escenas en México y La Habana, que encarecerían enormemente cualquier producción. No cierro puertas, pero no pienso en ello ni un minuto mientras escribo.

Pero su estilo narrativo es muy visual.

Eso también es algo consciente. Quiero sumergir a los lectores en una atmósfera creíble. Ya escribí así ‘El tiempo entre costuras’ sin saber siquiera si iba a ser publicada. Para eso me documento. Mi mesa está llena de planos, listas de objetos, fotografías, reproducciones de cuadros, etc. Todo eso me sirve para hacer una narración que resulte visual.

¿Y los personajes? ¿También se los imagina con todo detalle?

No, me quedo en los rasgos generales. En mis novelas no hago descripciones demasiado detalladas de ninguno. Es como si ‘pixelara’ sus rasgos faciales. Solo quiero transmitir una impresión general, un aire, un carácter. Me apetece mucho más que los lectores se los imaginen.

Compite por el primer puesto en las listas de ventas con Arturo Pérez-Reverte, que es de Cartagena, donde usted vive desde hace mucho tiempo. ¿Lo han hablado?

Sí (se ríe). Coincidimos hace unos meses en la feria de Guadalajara (México) y allí nos dimos cuenta de que nuestros libros iban a salir prácticamente en los mismos días. Mantenemos una relación muy cordial, tenemos amigos comunes pero no nos conocíamos con anterioridad. Creo que la nuestra es una ‘batalla’ sin víctimas porque aquí ganamos todos:autores, lectores, libreros, editores...

Noticia publicada en: DiarioSur.es
María Dueñas: «Intento que el éxito me afecte lo menos posible» 3 julio

La escritora de 'El tiempo entre costuras' y 'Misión olvido' ha presentado en el centro cultural Okendo su nueva novela, 'La templanza'

Cuando escribió su primera novela a los 45 años, María Dueñas (Puertollano, 1964), licenciada en Filología Inglesa y profesora en la Universidad de Murcia, no se imaginaba que su obra llegaría a más de tres millones de lectores, y mucho menos que terminaría convertida en serie de televisión. Seis años más tarde, la autora de 'El tiempo entre costuras' y 'Misión olvido' está ya afianzada en las listas de libros más vendidos. Ha llegado a Donostia para presentar 'La templaza', su nueva novela que ya cosecha el mismo éxito que sus predecesoras.

-¿Qué destacaría de 'La templanza'?

-La novela reconstruye unos meses en la vida de Mauro Larrea, el nieto de un herrero vasco que se enriquece en la minería de la plata mexicana del XIX, que se arruina estrepitosamente tras un golpe de mala fortuna y que, para reconstruirse, viajará a la espléndida Habana colonial y al próspero Jerez bodeguero en busca de oportunidades. Se trata de una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo.

-¿Por qué ese título?

-'La templanza' es el nombre de una viña jerezana que pasa de las manos de un decadente clan bodeguero a las de Mauro Larrea. Pero el título tiene también una doble lectura: la templanza es además una deseable virtud cardinal de la que el protagonista carece a lo largo de casi toda la novela. En su urgencia por reconstruirse, él se mueve frenético, impulsivo, sin contención... Sólo al final, cuando el desenlace le trastoque en lo más profundo, nuestro hombre cambiará también su manera de estar en el mundo y asumirá su futuro de una forma más templada.

-¿Cree que es una virtud de la que carecemos hoy en día?

-En general, sí. Vivimos una vida demasiado precipitada, cargada de premuras y urgencias.

-¿Cómo es Mauro Larrea?

-Es un hombre de dos mundos, tenaz, audaz y luchador. Un hombre carismático y atractivo, capaz de embarcarse en mil aventuras y, finalmente, de romper el caparazón de su dureza para dejarse arrastrar por una pasión.

-¿Le costó meterse en la cabeza de un hombre para crear su personaje?

-No me resultó complejo en absoluto; todo lo contrario. Tras componer dos novelas metida en la piel de sendas mujeres, crear a Mauro me ha resultado enormemente grato y refrescante. No obstante, en la novela hay también personajes femeninos muy potentes: Carola Gorostiza, la causante del inicial cambio de rumbo de su destino; Soledad Montalvo, la mujer que lo enamorará... Su peso en 'La templanza' es fundamental.

-¿Existe un paralelismo entre la situación de Mauro, que se arruina y lucha para seguir adelante, y la que actualmente viven muchas personas?

-Se trata de dos momentos históricos muy distintos, pero quizá puedan entreverse ciertos paralelismos porque lo que en el fondo mueve a Mauro Larrea son problemas, avatares y objetivos comunes a la condición humana a lo largo de los siglos: la incertidumbre, la lucha contra la adversidad, la preocupación por la familia, el amor, las situaciones que surgen a contracorriente y acaban desviando el rumbo de nuestro porvenir.

-Hábleme de la relación entre Mauro y Soledad.

-Sus vidas se cruzan en unos momentos muy complejos para ambos. Mauro acaba de llegar a Jerez con intención de vender cuanto antes la casa-palacio, la viña y la bodega que han caído en sus manos durante su estancia en La Habana. Soledad, por su parte, aparecerá en su vida envuelta en claroscuros: bajo su atractiva apariencia de distinguida jerezana casada con un próspero marchante de vinos londinense, esconde dolorosos problemas que afectan a su familia y que ella debe combatir con mil argucias. Ambos tienen intereses que a veces coinciden y a veces colisionan pero, además de la poderosa atracción que surge entre ambos, los dos son capaces de desarrollar una enorme camaradería y una relación tremendamente cómplice y generosa por ambas partes.

-¿Cómo surgió la idea de esta novela?

-Mi intención inicial fue volver la mirada a ese Jerez de mediados del siglo XIX lleno de prósperas bodegas -más de 400- y con un bullente comercio internacional centrado sobre todo en la distribución del sherry en Inglaterra. Algunas de aquellas bodegas fueron establecidas con capitales de retorno: el dinero que traían los legendarios indianos que retornaban a la madre patria dispuestos a invertir sus caudales en negocios prometedores, como lo era por entonces el sector vinatero de Jerez. Entre aquellos retornados hubo algunos que levantaron su riqueza en las minas de la plata mexicana, y ése fue el perfil que elegí para mi protagonista, sólo que decidí darle una vuelta de tuerca y creé un personaje, Mauro Larrea, que conserva la facha y el talante de un acaudalado triunfador procedente de una de las antiguas colonias, pero que en realidad arrastra tras sí una debacle financiera que se esfuerza por esconder. Dotar a este hombre de un pasado es lo que me lleva a México -donde se arruina -y después a Cuba -donde se intenta recomponer-.

-¿Por qué esa época?

-El inicio de la década de los sesenta del XIX me parecía un momento muy interesante, un punto de inflexión en muchos entornos. Estalla la guerra civil en los Estados Unidos, que será lo que cause la ruina del protagonista; España ha perdido la práctica totalidad de sus antiguas colonias, pero aún mantiene Cuba como su último gran bastión; frente a ese mermado imperio español, Jerez se afianza con fuerza como un enclave próspero, con una economía más que solvente, con una poderosa burguesía bodeguera, con sólidas relaciones internacionales...

-Detrás de la historia hay una grandísima labor de documentación. ¿Cómo fue esa etapa?

-El proceso de documentación es fundamental: necesito que mis ficciones se asienten sobre pilares sólidos que proporcionen un trasfondo ambiental de verosimilitud. No sólo me interesa el momento histórico en sí, sino también todo lo que implica: cómo se vivía, se vestía, se hablaba, se comía... Para ello recurro a todo tipo de fuentes, desde las más académicas, a prensa de la época, antiguas imágenes, literatura del momento, memorias, biografías... Lleva tiempo hacerlo, sí, pero es un trabajo fascinante.

-¿Se ha inspirado en alguien para escribir la trama?

-No. Todos los personajes son ficticios.

-¿Diría que esta novela se parece a las anteriores ?

-Cada una ha sido un proyecto ilusionante en sí mismo. Quizá 'La templanza' me ha resultado la más compleja de todas, porque he tenido que recrear universos y circunstancias muy ajenos a mí: la minería de la plata mexicana, la vida opulenta en La Habana colonial, la esclavitud, el mundo de las bodegas y del comercio internacional del vino.

-Una vez más su libro está en las listas de los más vendidos. ¿Cómo se siente ante semejante éxito?

-Por fortuna, los lectores están recibiendo 'La templanza' de una manera enormemente positiva, y eso me produce una inmensa satisfacción. Salió a las librerías hace menos de dos meses con una tirada inicial de medio millón de ejemplares, una cifra de lanzamiento que no se veía desde antes de empezar las crisis, y estamos a punto de publicar una segunda edición. Me siento profundamente agradecida a todos los lectores que lo están haciendo posible. Y confío en que así siga.

-¿Ve esta novela convertida en serie, como 'El tiempo entre costuras'?

-No lo sé. No cierro puertas, pero tampoco me preocupa ahora mismo. De momento, lo verdaderamente importante es que 'La templanza' coja vuelo y llegue a los lectores; que ellos la lean y la disfruten.

-¿El éxito de 'El tiempo entre costuras' le animó a seguir escribiendo o, por el contrario, se sintió condicionada por él?

-Intento que el éxito me afecte lo menos posible. Ahora tengo más responsabilidades y compromisos, es cierto, pero mi posición es prácticamente la misma que cuando abordé la primera novela: mucho trabajo, las ideas claras, los pies en el suelo y buenas dosis de ilusión volcadas en cada proyecto.

-¿Está trabajando en alguna nueva novela o tiene algo en mente?

-De momento no. En estos primeros meses tras la publicación de 'La templanza' me estoy dedicando en exclusiva a su promoción. Tengo algunas ideas en mente para más adelante, pero es demasiado pronto para definir mi nuevo proyecto; probablemente arranque con él en el otoño.

Noticia publicada en: DiarioVasco.com
María Dueñas compartió su experiencia literaria en Bellas Artes 3 julio

La escritora española reconoció que cuando se aventuró en el mundo literario, lo único que tenía claro es que terminaría su obra “La Templanza”

La escritora española María Dueñas, autora de la obra “La templanza”, aseguró que como académica, con una vida ligada a las universidades, nunca pensó en alcanzar el éxito como escritora, pues ni siquiera sabía si su novela, “El tiempo entre costuras”, que ha sido traducida a 25 idiomas, se publicaría.

En la charla que sostuvo anoche con el escritor mexicano Francisco Martín Moreno, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Dueñas reconoció que cuando se aventuró en el mundo literario, lo único que tenía claro es que terminaría esa obra, que actualmente ha vendió millones de ejemplares a nivel internacional.

“Jamás me planté ninguna expectativa de cómo funcionan en términos numéricos el éxito. No sabía lo normal de un tiraje o cuántos tirajes empiezan a ser un poco fuera de lo común y qué recorrido puede tener un libro, yo no tenía ni idea, pero con la marcha lo fui aprendiendo”, expresó.

La doctora en Filología británica afirmó que su ciclo como profesora en la Universidad en España ha terminado, ya que es muy difícil que vuelva, sobre todo por el tiempo.

“Creo que es una etapa de mi vida pasada, pero muy importante, porque gran parte de lo que hago con mis libros, viene de mi aprendizaje académico; utilizo las mismas herramientas, estrategias y metodología, entonces sin mi paso por la vida académica no habría sido capaz de escribir”, aseguró la autora, quien también logró el éxito con su segunda novela “Misión olvido”.

Subrayó que nunca quiso ser escritora, aunque si se considera una buena lectora, pero tampoco tenía claro que quería ser de su vida, pues ha sido azafata, empresaria, dio clases a militares, fue académica y finalmente es escritora.

“Solamente por la imaginación pudo haber pasado que iba a ser escritora, porque la vida académica es una especie de carrera de obstáculos porque constantemente te tienes que ir enfrentando a tribunales que te evalúan y otros requisitos que te absorben, entonces cuando tuve el tiempo suficiente lo hice y bueno aquí estoy”, expresó Dueñas.

Respecto a su libro “La templanza”, dijo que esta tercera novela tiene su origen en su interés de hablar del el vino, de Jerez y las bodegas, así como el comercio vinatero con Inglaterra.

Entonces, detalló la escritora, “esto era lo único que tenía en mente al principio cuando se estaba planteando la novela; no tenía protagonistas, ni argumentos, solamente tenía ese escenario y esas coordenadas de tiempo y espacio, sur de España en el siglo XIX”.

Finalmente, la famosa autora mencionó que en esta nueva obra también vinculó a España con México, “pero también ha sido un ejercicio de investigación y documentación tremendamente enriquecedor, porque he aprendido muchísimo, pues toda fase de documentación para mi es fundamental para dar solidez a la ficción y para dotarle un trasfondo de objetividad”.

Noticia publicada en: La Razón de México